Tras cautivar a millones con su debut cinematográfico en 2020, Entotsu-chō no Poupelle (Poupelle of Chimney Town) regresará a la gran pantalla con una nueva historia en la primavera de 2026. La secuela llevará por título Entotsu-chō no Poupelle: Yakusoku no Tokeidai (Poupelle of Chimney Town: La torre del reloj prometida) y estará nuevamente dirigida por Yusuke Hirota, con guion y producción supervisada por su creador original, Akihiro Nishino.
Un nuevo conflicto en el mundo de Poupelle
A diferencia del primer filme, centrado en la búsqueda de la verdad y la luz en un mundo cubierto de humo, esta nueva entrega girará en torno a una torre del reloj detenida a las 11:59. Según adelantó Nishino en una charla durante Anime NYC, la historia se construye sobre la tensión entre quienes desean reparar el reloj y quienes prefieren conservarlo tal como está.
“La primera película hablaba de avanzar sin miedo. Esta nueva historia va justo en la dirección opuesta: trata sobre esperar con paciencia”, explicó Nishino. La secuela está basada en el libro ilustrado Tick-Tock: Yakusoku no Tokeidai, también escrito por él y publicado en 2019 por Gentōsha.
Una producción más ambiciosa, con dos mundos en colisión
Eiko Tanaka, productora ejecutiva de Studio 4°C, declaró que esta secuela representa un desafío mucho mayor: “En la primera película había solo un mundo; ahora hay dos realidades que se entrelazan, con nuevos personajes, canciones, bailes y escenas de acción”.
El equipo creativo se mantiene fiel a sus raíces: Nishino como guionista y supervisor general, Hirota como director, y Studio 4°C como responsable de la animación. Esta combinación ya fue clave en el éxito del primer filme, que recaudó más de 27 millones de dólares y fue invitado a más de 30 festivales internacionales. Además, recibió el premio a Mejor Película de Animación en los Premios de la Academia Japonesa en 2021.
Una historia que nace de la experiencia personal
En un comunicado oficial, Nishino reveló que la base emocional de la película se encuentra en una vivencia personal de su juventud: “Escribí esta historia pensando en un amigo que se fue y nunca regresó. Esperarlo fue todo lo que pude hacer en aquel entonces”.
Este enfoque íntimo y melancólico es el que dará forma al tono emocional de La torre del reloj prometida, prometiendo una narrativa más introspectiva que su predecesora.
